Santa Nit
La noche llegaba vestida de blanco
con los pechos exuberantes y la boca de colágeno, queriendo atraparnos.
No nos resistimos demasiado, nos corrimos un poco, de lugar y de placer.
Los bomberos nos hacían cosquillas con sus mangueras erectas, escupiendo su furia contra los fogones desacatados.
Toda la gente en círculo, nos miraba y nosotros dentro dela noche, nos dejábamos deglutir por las miradas “cotillas” de nuestros vecinos.
Todos nos divertimos mucho, dejándonos tocar por la lujuria y el goce.
Qué noche, la de anoche !no Juan?