Con un lápiz de deseo
dibujo unos ojos
color celeste imposible.
Mis deseos en el aire
los proyecto al viento.
Entro en el bar con sed.
Compro cigarrillos.
Detrás de la barra
mi futura presa.
Al cabo de un rato
las palabras se contornean
entre vocales y consonantes.
Veo un colmillo asomar
bajo su labio superior.
Entiendo que no está indefenso.
Siguen ondulando las palabras.
Comprendo al instante aquello de...
veinte años no es nada...
es febril la mirada...
Se apaga la luz
durante trece horas
todo es velado y revelado.
Una noche de película..
Unos ojitos azules imposible
me dan los buenos dias.
Ytanto! digo yo...
y me voy casi huyendo
como loba satisfecha.
Cuidándome
de no reincidir..